«Afrontaré con respeto por la justicia cualquier examen sobre mis actos»: Ricardo Bonilla

El escándalo de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) sigue sumando nombres. El exdirector de la entidad, Olmedo López, ya ha revelado algunos de los nombres de altos funcionarios que estarían involucrados en el reparto irregular de contratos a congresistas, además de las sumas de dinero presuntamente entregadas a los presidentes del Senado, Iván Name, y la Cámara, Andrés Calle, para aprobar las reformas del Ejecutivo de Gustavo Petro.

Entre los mencionados están Luis Fernando Velasco, exministro del Interior; Carlos Ramón González, la actual cabeza de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) que fue en el pasado el director del Dapre; y Ricardo Bonilla, el ministro de Hacienda. De acuerdo con un informe de Noticias Caracol sobre la diligencia que se llevó a cabo el 25 de junio en la Sala de Instrucción en la Corte Suprema de Justicia con Olmedo López, Bonilla habría sido el encargado de dirigir contratos a favor de los congresistas que apoyaran las reformas del Gobierno.

El minhacienda se habría reunido frecuentemente con el exsubdirector de la Ungrd Sneyder Pinilla para tratar este tema. Presuntamente, en uno de estos encuentros Bonilla pidió a López repartir a legisladores tres contratos que sumaban los $92.000 millones. A eso se suma que el mismo ministro habría aprobado un monto de $208.000 millones para la unidad.

El funcionario enfatizó en que era inocente, “más allá de cualquier sombra de duda” y dijo que su equipo jurídico presentará pruebas y argumentas que puedan respaldar su inocencia.

Afrontaré con respeto por la justicia cualquier examen sobre mis actos oficiales”, afirmó.

Sus declaraciones llegan también el mismo día en el que la Corte Suprema de Justicia llamó a declarar al presidente Petro, al ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, y al secretario de Transparencia de la Presidencia, Andrés Idárraga, por la investigación que se lleva a cabo contra Name y Calle por el escándalo.

El Espectador