Con anécdotas y buena música se celebraron los cien años de la Sonora Matancera
El cantante Jorge Maldonado sostuvo un ameno diálogo con el periodista Fausto Pérez Villarreal, en el Carnaval Internacional de las Artes.
“La Sonora Matancera es la madre de los ritmos de América Latina”. Con esa aseveración arrancó el cierre de la penúltima sesión del Carnaval Internacional de las Artes, efectuada la noche del sábado en la calle de La Cueva, con un enriquecedor diálogo entre el periodista e investigador barranquillero Fausto Pérez Villarreal y el puertorriqueño Jorge Maldonado, último cantante de planta que grabó con el Decano de los Conjuntos Cubanos.
En la sesión, que giró en torno al festejo de los 100 años de la fundación de la Sonora Matancera, Jorge Maldonado cantó algunas de las canciones grabadas por la célebre agrupación dirigida por Rogelio Martínez. Contó con el acompañamiento de la excelente orquesta local Son de La Cueva.
Abrió con ‘Ave María Lola’, composición del español Luis Posadas Solera, interpretada por Carlos Argentino, y siguió con ‘Besito de Coco’, de Ismael Rivera, éxito en la voz de Celio González.
Luego de responder algunos interrogantes sobre su llegada a Nueva York y sus comienzos en la música, Maldonado le rindió un homenaje a ‘El Pollo Barranquillero’ Nelson Pinedo, a quien considera uno de los tres mejores cantantes que desfilaron por la Sonora Matancera. A petición de Fausto Pérez, profesor de la Universidad Sergio Arboleda, sede Barranquilla, cantó ‘Me voy pa’ La Habana’, de José María Peñaranda, y ‘La esquina del movimiento’, de Senén Suárez. Al retomar la amena conversación, Fausto Pérez le obsequió su libro ‘Yo sí soy de por aquí’, biografía de Nelson Pinedo, a Jorge Maldonado.
“La guitarra de Rogelio era muda, pero era la que cobraba”, bromeó Maldonado, antes de cerrar la conversación para interpretar tres de sus grandes éxitos con El Decano de los Conjuntos Cubanos: ‘Mala mujer’, ‘Fiesta y ‘Qué tonta eres’.
Antes de despedirse del numeroso y entusiasta público que abarrotó el improvisado escenario, el carismático artista de 73 años, elegantemente ataviado de smoking, cantó a capela dos boleros: ‘En el balcón aquel’ y ‘Amor sin esperanza’, grabados por cantante preferido: Celio González, ‘El Flaco de Oro’.
A petición de los asistentes, que pidieron “otra, otra, otra”, repitió ‘Mala mujer’. Al bajar de la tarima, luego de dos horas de amena velada, y en medio de una prolongada salva de aplausos, el cantante firmó autógrafos y se tomó fotografías con muchos seguidores de su música.
En el ambiente quedó la sensación de haber asistido a una de las grandes sesiones de la XVIII edición del Carnaval Internacional de las Artes.