Envían a prisión a alias ‘Purry’, presunto sicario al servicio del Clan del Golfo en Cartagena

En uno de los más fuertes golpes en contra de los grupos armados en las últimas semanas, la Fiscalía General de la Nación logró la judicialización de David Esteban Ladeus Díaz, alias Purru o Purry, presunto cabecilla del Clan del Golfo, estructura criminal que ha sembrado el terror en varios sectores del territorio nacional.
Según indicó el ente acusador a través de un comunicado, el sindicado habría estado involucrado en algunos homicidios que se registraron el 23 y 24 de mayo de 2023 a través de una serie de delitos que cumplió como miembro de la estructura criminal a la que estuvo adscrito durante los últimos meses que permaneció libre.
La Fiscalía recolectó las pruebas necesarias para evidenciar que Ladeus Díaz participó directamente en el crimen de siete personas que se registró en las islas de Caño de Loro y Barú, en el departamento de Bolívar, hechos en los cuales cuatro personas fueron torturadas hasta causarles la muerte.
El primero de los asesinatos se registró el 23 de mayo de 2023 en la finca Hatillo de Barú, donde hombres fuertemente armados llegaron al lugar para torturar y asesinar a tres personas que se encontraban allí. De igual forma, el 24 de mayo de 2023, tan solo un día después de haber perpetrado los crímenes, Ladeus Díaz estaba en un establecimiento nocturno en el barrio Caño de Loro de Cartagena y disparó contra un hombre que estaba en el punto, causándole la muerte pocos minutos después.
La Fiscalía también encontró responsabilidad del sindicado en la tortura y muerte de tres hombres en el corregimiento de Ararca en hechos que aún son materia de investigación por parte de las autoridades, permaneciendo Purru como principal responsable de haberlo perpetrado.
Ladeus Díaz habría sido el responsable de realizar las labores de inteligencia para algunas de las obras criminales de la estructura criminal, así como era quien organizaba y conseguía las ubicaciones de las personas que serían asesinadas posteriormente, siendo una de las cabezas más estratégicas de la organización que cuenta con masiva presencia en este sector del país.
Tras haber sido capturado, la Fiscalía General de la Nación le imputó al sindicado los delitos de concierto para delinquir agravado, homicidio agravado, tortura, desaparición forzada y fabricación, tráfico o porte de arma de fuego de uso privativo de las Fuerzas Armadas agravado.
Su detención se dio en el municipio de Carepa, Antioquia en medio de una operación conjunta entre la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional y fue puesto bajo las autoridades competentes que determinaron que permanecerá privado de la libertad en la cárcel San Sebastián Ternera de Cartagena.
Su captura se une a la de alias Pantera, otro de los cabecillas de la organización, que fue capturado el 9 de junio en la vereda La Tachuela, del municipio de Turbo, Antioquia. Fue hallado al interior de una vivienda a donde llegaron miembros de la Policía Nacional, el Ejército y agentes del CTI, luego de una semana de planear el operativo que empezó con una extinción de dominio que llevó a los cabecillas a replegarse por la región.
Pantera habría terminado escondido con sus dos hijos y su esposa, en una apartada y solitaria casa, según las autoridades. Allí lo encontraron junto a su esposa y sus hijos, a punto de salir. “Tan así que intentó fugarse y respondió con su arma, una pistola, a la operación liderada por las fuerzas militares y de Policía”, señaló el director de la Policía.
Cuando ya se vio rendido no tuvo más opción que aceptar. “Soy consciente que vienen por mí, iban a llegar algún día por mí, les pido solamente que no me esposen delante de mi familia”, les pidió a los uniformados. Estos atendieron su petición y lo llevaron a una habitación diferente, le leyeron sus derechos y lo evacuaron de la zona en helicópteros.