Reelección del rector en UniAtlántico: aprobación confirmada.

Respaldo Mayoritario y Decisión Trascendental

Ing. Leonardo Pereira G. Docente Catedrático. Doctorando en Economía y Desarrollo. Mag. En Administración Pública. Esp. En Gerencia de proyectos. X: @Leo_PereiraG

Como resultado del respaldo mayoritario manifestado por los claustros docentes, las organizaciones estudiantiles, sus representantes y las organizaciones sindicales de la Universidad del Atlántico, el Consejo Superior —en su condición de máximo órgano de dirección y gobierno universitario— ha adoptado una decisión trascendental para la sostenibilidad del Alma Mater: la modificación del estatuto general de la institución. Dicha reforma habilita la posibilidad de que el rector en ejercicio pueda postularse como candidato en el venidero proceso de elección, reafirmando así el principio de autonomía universitaria y la voluntad colectiva de dar continuidad a una gestión institucional ampliamente valorada por la comunidad académica.

En el contexto del debate sobre la reelección inmediata del rector, es preciso señalar que esta figura ya existía en el estatuto de la Universidad del Atlántico. No obstante, esta se establecía bajo la modalidad de reelección no inmediata, lo cual resultaba conceptualmente contradictorio. De acuerdo con la definición de la Real Academia Española, el término reelección implica volver a elegir a un funcionario para que continúe en sus funciones, es decir, sin interrupciones. Por tanto, más que una modificación, la decisión del Consejo Superior constituye una corrección normativa que restablece la coherencia del estatuto.

Un Debate que Surge del Sentir Universitario

Cabe destacar que el resurgimiento del debate al interior de la Universidad sobre la reelección inmediata del rector es producto de la querencia y la espontaneidad de los distintos estamentos del Alma Máter, que reconocen la destacada gestión del actual rector, Danilo Hernández. Su liderazgo, gerencia técnica y profundo sentido de pertenencia han permitido reposicionar a la Universidad del Atlántico como uno de los centros de educación superior más importantes del Caribe, gracias a los avances en estabilidad y modernización institucional.

La reacreditación en alta calidad, la apertura del programa de Medicina, la sostenibilidad financiera, el mejoramiento de la infraestructura, el incremento en la producción científica y académica, la gobernanza participativa y el impacto social de la Universidad son indicadores tangibles e irrefutables que respaldan y motivan a las fuerzas vivas de la Universidad del Atlántico a impulsar la reelección inmediata de un rector que ha demostrado una gestión eficaz y comprometida.

Obstáculos Infundados ante una Reforma Legítima

En el escenario actual, en el que el rector cuenta con una alta favorabilidad sustentada en su gestión, algunos actores de la política, tanto interna como externa, interesados en acceder a la rectoría, desesperadamente intentaron fabricar una narrativa ficticia de crisis administrativa. Paralelamente, desplegaron acciones judiciales de carácter dilatorio —como tutelas atípicas y recusaciones improcedentes contra miembros del Consejo Superior y funcionarios de la Procuraduría— con el propósito de obstaculizar, sin éxito, la aprobación de la reforma estatutaria, que hoy ya es una realidad.

En relación con la figura de la reelección inmediata en las universidades estatales del país, es fundamental precisar, de cara a la opinión pública, que esta modalidad ya se encuentra vigente en la mayoría de las instituciones de educación superior públicas. Entre los casos más representativos se destacan la Universidad Nacional de Colombia, la Universidad de Antioquia, la Universidad del Valle, la Universidad del Magdalena, la Universidad Industrial de Santander, la Universidad del Tolima y la Universidad de Cartagena, entre otras.

A partir de lo anterior, resulta evidente que, en el marco de la Constitución Política, la Ley 30 de 1992 y el principio de autonomía universitaria, existen los fundamentos jurídicos necesarios para que la Universidad del Atlántico —al igual que las principales universidades públicas del país— consiguiera legitimante adoptar la figura de la reelección inmediata. Esta alternativa, más allá de los debates coyunturales, representa una apuesta por la continuidad de los procesos misionales y funcionales, contribuyente de la estabilidad institucional y el fortalecimiento de los proyectos estratégicos que garantizan el desarrollo académico, científico y social de la universidad.

Compromiso con la Democracia y el Respeto

Teniendo en cuenta los acontecimientos recientemente suscitados en torno al proceso de reelección rectoral. es imperativo que todos los actores de la vida universitaria demuestren un compromiso real con la autodeterminación y la democracia universitaria, asumiendo una actitud respetuosa del disenso y guiada por la tolerancia y el debate argumentado, evitando toda forma de descalificación o agravio personal. Igualmente, se considera fundamental que las entidades externas al quehacer universitario se abstengan de interferir en las decisiones que competen exclusivamente a los órganos de gobierno de la Universidad del Atlántico.

 Reelección y Excelencia

Finalmente, el llamado, desde el espíritu académico, es a rodear y a fortalecer la institucionalidad de nuestra Alma Mater, legitimada en el principio de autonomía universitaria. En este sentido, celebramos que el Consejo Superior, haya culminado en democracia y con altura deliberativa, la aprobación de la reelección inmediata del rector. Nos corresponde ahora a los estamentos universitarios —estudiantes y profesores—, a través de los mecanismos de consulta previstos, ejercer nuestro derecho a participar activamente y refrendar, de manera categórica, el respaldo a la gestión del actual rector, para que, posteriormente, el Consejo Superior reelija la continuidad del rector Danilo Hernández, con miras a que siga liderando —con eficacia, compromiso y visión— el proceso de transformación y desarrollo de la Universidad del Atlántico durante los próximos cuatro años.